martes, 11 de marzo de 2008

VIAJANDO EN AUTOBÚS


Parece que voy sentada en el autobús de vuelta a casa, pero en realidad, donde realmente estoy es en uno de esos coches viejos de color ocre y chapa oxidada. Suena música y yo canto más que fuerte.

Girl, you really got me goin’

You got me so I dont know what I’m doin’

Sentada del lado del copiloto, claro. Con las sandalias en el suelo y los pies en el salpicadero. Al solecito. Y empiezo a cantar más fuerte si cabe, porque al bajar la ventanilla no me oigo.

Yeah, you really got me now

You got me so I can’t sleep at night

Y voy dejando atrás señales que me indican, por una vez, que estoy a tantos kilómetros del lugar exacto al que quiero llegar. Y el viento me despeina, pero no me importa porque hace tiempo que dejaron de importarme las cosas que no importan.

You really got me

You really got me

You really got me

Así que miento si digo que hoy viajo en autobús, pues no hago más que pasear por lugares de esos que parece que sólo existen en los libros. Y voy inventando maneras, trazando rutas, ideando planes, de dar la vuelta al mundo en ochocientos ochenta y ocho días, parando aquí y allá, haciendo esto y aquello. Con poco equipaje para dejar espacio en el maletero para dos copias de cada Principito que encuentre a mi paso, y en cada lugar, una postal escrita junto a un café con leche para que mi prima siga coleccionándome.

See, don’t ever set me free

I always wanna be by your side

Girl, you really got me now

You got me so I can’t sleep at night…

Despeinada y sin zapatos, siguiendo el ritmo con los pies. Con calma, buena música y mejor compañía.





Suena: You really got me. The Kinks, 1964



martes, 4 de marzo de 2008

GRAMMA-RETRATO Nº3


Enero de 2007. Empezaba a nevar en Torun el día que conocí a un poeta. Pero un poeta de los de verdad, no crean que les hablo de cualquier cosa. De los que escriben desde dentro hacia fuera y que sacan un papel del bolsillo y anotan, observan y anotan, sienten - y sienten - y luego anotan. Moro escribe poemas y cuentos, y a mí un día, al poco de conocernos, me regaló un gramma-retrato. Concretamente, el gramma-retrato nº3. Y entonces, mi nombre y sus palabras se pusieron a jugar, y a mí el poeta me dejó sonriendo con sus versos escritos en un papel azul.
Siempre le leo en voz alta, porque me suena bonito escucharme en su lengua. Y es que és es un poeta del norte, claro. De Galicia.

Y hoy, recuperando el diario de bitácora de Polonia volví a leerle. Y sí, me hizo sonreír otra vez.

GRAMMA-RETRATO Nº3

INCRÍBEL
NINFA DE CORES
ENERXÉTICAS
SOBREVOANDO
TORUN.
UNHA
RAPARIGA CON
PODEROSA
INTENSIDADE
NATURAL.



Foto: Terraza del café de la Place du Forum en Arlés por la noche. Van Gogh, 1888. Porque pocos lo saben cuando miran el cuadro, pero Martina y Moro están ahí sentados. Justo en la mesa del final.