sábado, 19 de abril de 2008

DEL ALMA SUYA

Me siento a tomar un café con Martín. Él siempre me hace reír con sus historias de pena absoluta y sus amores eternos que ya se acabaron. Me habla de aquella Inés que fue del alma suya y de como la sigue imaginando en un café de París con su Marx y Engels y Guevara, mientras ella es ahora Inés en Brasil, muy a pesar de Martín y de sus intentos exagerados para que se quedara a su lado. Del lado del alma suya.
Hacía tiempo que no veía a Martín, que no me sentaba con él a hablar de esas cosas que no tienen mucho sentido pero que para nosotros tienen todo el sentido del mundo, cuando el otro día, cosas de la vida, nos encontramos en una librería de Vigo y pasó eso tan maravilloso que pasa cuando hace mucho que no ves a un amigo: Pasó que parecía que no había pasado el tiempo. Y así sigue, tocándose los cinco bultitos del cuello cuando se pone nervioso, porque hasta con una vieja amiga se pone nervioso a ratos, y con ese ligero tembleque que le quedó en la pierna después de tener que moverla mucho para tener que entrar en calor en las frías noches de invierno parisino.
Parece que Martín consiguió curarse de Inés, a ratos. A otros ratos no estaba curado para nada, y seguía conservando aquella hondonada en su particular museo inesiano, y tomándo esas pastillas horrorosas para olvidar que tenía que olvidarla. Cuando le encontré llevaba bajo el brazo, como ya era habitual tras el periodo octaviano, porque ya todo era un antes y después de, a Don Pío y a Hemingway. Andaba buscando un lugar en algún país donde no tuviera amigos para no tener que molestarles hablándoles de Octavia, porque entonces había dejado de ser un poco Inés para ser más Octavia. Aunque no era un problema de nombres, claro está, sino de algo que nunca llegué a comprender del todo, porque yo siempre creí que la cosa estaba en que nadie entendía del todo a Martín, básicamente, por mucha Inés del alma suya que fuera o por mucho que le entrara el hipo a Octavia Marie Amélie de Cádiz.
Aunque es cierto que Octavia le ayudó. A una persona que te ha abandonado para siempre, Martín, tienes que olvidarla también para siempre, le decía. Pero al final Martín se quedó de nuevo imaginándola, como antes imaginó a Inés por calles de París, mientras ella era ahora Octavia en Italia, porque es a Italia donde se fue Octavia sin Martín.
Sin Martín. Porque al final parece que siempre es Martín el que se queda en París y claro, convéncele tú de que Inés y Octavia fueron casos puntuales que no tienen por que darse de nuevo, si Martín antes de sacar a una chica a bailar, imagina una vida entera a su lado.
Y yo, claro... yo que todo me lo quedo empiezo con ese temblor en la pierna y ni hablar de los bultitos que de repente me salen en el cuello. Y ya van seis. Porque si a ti te duele, a mí me duele.

Y al final me veo en ésas de convencerle de que París es una fiesta cuando antes de sacarle a bailar yo ya había imaginado...





Foto: Anna mirando la Torre Eiffel con su ojo-objetivo.
www.noexagero.blogspot.com

3 comentarios:

BarakKhazad dijo...

... todo eso es porque el identificador (o etiqueta) "Inés" recoge en realidad toda la esencia de Inés. En realidad no recoge nada. No deja de ser un identificador, ya van. Pero en un modo así de andar por casa, se puede conceder, que sí, que cuando uno (Martín) piensa en "Inés", en realidad está pensando en Inés toda ella, su esencia.

Pequeña criatura,
la esencia más pura
va en frasco pequeño...


Y cuando otro (Andreas) piensa en Inés... sólo el viento, el frío, el mar, las montañas, el blanco y el verde, el barco, y el cuaderno (que en realidad no son pocos), saben en qué piensa realmente...
*-)


(No me preguntéis a qué ha venido eso último... creo que me he disociado por un momento y el otro (Sergio, pero el otro) ha escrito eso... no asumo ninguna responsabilidad por ello. Ea.)

BarakKhazad dijo...

AVISO SERIO:
si te piensas que nos vamos a contentar con una entrada tuya cada 19 días, y un cafecito apresurado frente a la estación cada ni se sabe el tiempo, estás muy equivocada. Por muchos viajes que tengas que hacer.

Asumo totalmente la responsabilidad por este mensaje 8o|

;-)

NUTXO dijo...

waaaaaaaaaaaa ines del alma mia que no daria yo por tomar cafe contigo cada dia!

para hablar y hablar y hablar y ver como tu cafe se enfria jo q inmensa alegria jajajajajajaj

se me va la pinza se me va!!!